miércoles, 7 de mayo de 2008

DIARIO LA NACION .7DE MAYO

Una auténtica hija del rocanrol

La cantante sacó un disco autobiográfico que presentará el próximo sábado en el Coliseo





Ser Fabiana Cantilo las 24 horas del día debe de ser agotador. Su novio le dice que es un torbellino de emociones. Ella misma lo confiesa y exhala profundamente, cansada de esa intensidad escorpiana y de buscar y buscar su estrella en la vida desde que tiene noción. "Tengo una búsqueda espiritual desde los 15 años y canto desde los 8. Esas dos cosas me acompañan desde siempre", lanza verborrágica la cantante número uno del rock nacional, la chica que pasó del tributo nac&pop a un increíble disco de canciones, todas, todas, de su puño y letra . En Hija del rigor , su nuevo trabajo, Fabi se encargó de las músicas, letras y el arte conceptual de tapa, donde aparece con el rostro en primer plano y algunos magullones visibles en el cuerpo.

"Quería que me vieran tal cual soy. Creo que es uno de mis discos con más personalidad y el más sincero de todos con respecto a la simplicidad del mensaje. El anterior era un éxito de los músicos que compusieron esas canciones y por suerte nadie se ofendió. Yo venía de discos como Información celeste , con cosas que la gente no sabe que puedo hacer; Y de qué se ríen, que no lo escuchó nadie y para mí es genial. No tuvo difusión y no vendió nada, pero no importa, yo me fui al Caribe", dice sincera, pronta a presentar su nuevo álbum en el teatro Coliseo.

Las nuevas canciones son una sucesión de polaroids de su locura ordinaria, chispazos brillantes de un talento intacto que sobrevivió a los golpes del rock, los momentos cíclicos de su carrera y la vida: "Este es mi disco más autobiográfico. Se podría hacer toda una película sobre mi vida con estas canciones", confiesa la cantautora. Como un torbellino, Fabiana Cantilo se mueve y salta de un tema a otro sin continuidad. Dice que volvió al psicoanálisis lacaniano. Que está leyendo El secreto y un par de libros de metafísica. Y que lo que más disfruta en la vida es cantar y tocar en los ensayos: "Es un lugar donde no tengo que rendir examen. Cuando se presenta en vivo, el músico tiene el trauma del tomatazo, el temor a equivocarse".

Su personalidad arrolladora esconde una fina capa de sensibilidad. El nuevo disco no es más que un reflejo de esos diferentes ciclos por los que transita esa vida que se debate entre los años de rocanrol y la tranquilidad. "No sé vos, pero yo cambio de estado de ánimo cada tres horas, salvo cuando duermo. No es lo que más quiero. Estoy en busca de la paz... quizá la encuentre -dice, y exhala profundo con una postura de sabia. Entonces prosigue, con un tono calmado, raro en ella-. Para poder componer y grabar mejor, la limpieza del cuerpo y la paz son indispensables. Eso es lo que necesito en este tiempo. Por ahí otras personas necesitan tomarse «toooodo». Aunque no quiere decir que lo haya logrado del todo."



-¿Te sentís una chica del rock, como dice tu canción?

-Eso lo dije porque sonaba bien para el tema, no por cancherear. Pero sí, me siento una chica del rock, aunque no es lo que más me importa. Lo que más me importa es esta búsqueda de paz... inalcanzable (risas). Y que se pone cada vez peor. Te das cuenta de que la fama y el dinero no tienen nada que ver con esa búsqueda de paz. Podés tenerlos, pero yo estoy en otra búsqueda. Ya me hice famosa, vivo de la música, pero me falta algo.

-¿Y qué estás haciendo para remediar eso?

-Varias disciplinas, como bioenergética, y también me estoy psicoanalizando. No sé si es algo que quiero que sepa la gente. No quiero ser "sincericida".

Fabi no cumple su palabra y deja que su lengua diga todo lo que piensa. Entonces dispara una sucesión de frases que sólo podrían salir de su boca: "Me suelo olvidar de quién soy", "diría que todo en la vida es parte de un plan perfecto", "el 9 es mi número de encarnación: soy una servidora pública a través del arte. Cortámela con eso del rockstar. Somos servidores"; "he desarmado bandas enteras por no animarme a decirle a un guitarrista que tocaba mal la guitarra".

Hay más en el universo de una Fabiana tan hiperkinética como adorable. Habrá que resistirse al vendaval Fabi, porque uno podría quedarse dando vueltas sin parar en ese carrusel por varias horas. "Todo lo hago como si fuera el último momento de mi vida. Me autocanso. Ahhhhhhhh", dice, y se le cree.

Fabi es una auténtica hija del rock. En su primer disco, Detectives (1985), compartió canciones con Luis Alberto Spinetta, Charly García y Fito Páez; vivió un suceso de popularidad en los 90 con el tema "Mi enfermedad", que Andrés Calamaro grabó con Los Rodríguez, y hace dos años volvió a la masividad con Inconsciente colectivo , tributo al rock nacional. "Ese disco me trajo de vuelta a la masividad y no hay problema con ello. A la gente, por ahí, le gusta escuchar las mismas canciones una y otra vez. Eso es un plomo."

-¿Quedaste contenta con el resultado de ese disco?

-Nunca hice nada que no me gustara musicalmente. Por eso no estoy en México ni soy Shakira. Dije muchos no en mi vida. Tampoco hice "Mi enfermedad" segunda parte. Así fue que no me pasaron más por la radio. Después vino Afo Verde y me propuso hacer ese tributo. Pensé que era el momento. Ahora hasta puedo hacer una propaganda como Charly García y comprarme finalmente mi casa propia.



Por Gabriel Plaza
De la Redacción de LA NACION

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