domingo, 8 de noviembre de 2009

“Un buen día me di de cabeza contra la pared y tuve que parar”

fabiana cantilo se siente cómoda “en la vereda del sol”

Sergio Marchi









En el medio de una serie de recitales que este fin de semana la tuvieron por La Plata (anoche) y Cañuelas (hoy), una de las cantantes más emblemáticas del rock local se sentó a charlar sobre los entretelones de su último disco y también los pormenores de su internación de 2008.



Más de un cuarto de siglo ha pasado desde que Fabiana Cantilo encarnara a la inmortal “Cleopatra” de Los Twist en aquel clásico que fuera La dicha en movimiento, banda de sonido de la fiesta democrática de 1983. Era jugada obligada que Fabiana se hiciera solista en algún momento; no demoró ni dos años en salir a la cancha por su cuenta y acompañada en el túnel por Charly García, su productor, y Luis Alberto Spinetta, que tocó la guitarra en su versión de la canción de Pescado Rabioso “Algo flota en la laguna”, en ese debut solista llamado Detectives.



Se preveía un horizonte rutilante para la Cantilo, pero su carrera no despegó meteóricamente. Después se alineó con el grupo de rock and roll Los Perros Calientes, de Gabriel Carámbula, anticipándose al sonido stone de los años 90, casi al mismo tiempo que Ratones Paranoicos rompían el corsé de la radio. Pero tampoco funcionó. Tuvo que llegar en 1991, con producción de su ex pareja Fito Páez, para que la fortuna le sonriera a Fabiana Cantilo con Algo mejor, su disco más recordado gracias a su fabulosa versión de “Mi enfermedad”, un tema de Andrés Calamaro. Páez evidentemente supo producirle a Fabiana un álbum a su medida y fue un hit.



El presente de Fabiana Cantilo se incubó allí; Afo Verde, gerente de Sony Music Argentina, y experimentado productor, supo recordar aquel éxito y encontrar en su registro cierto ADN característico del rock local. Así nació Inconsciente colectivo, el disco de covers que en 2005 marcó otro punto de inflexión en la popularidad de Fabiana Cantilo, que hace poco editó la segunda parte de la saga: En la vereda del sol, otros quince temas de clásicos del rock argentino. “Hay dos chistes detrás de esta serie de discos –revela Fabiana–; uno, que el título siempre sea un tema de Charly. El otro es que esa canción no aparezca en el disco. El anterior se llamó ‘Inconsciente colectivo’, que recién lo grabamos en este nuevo trabajo”.



En el medio de ambos tributos, queda encerrada la Fabi de Hija del rigor, su trabajo de temas propios lanzado en 2007, que tuvo una accidentada presentación en el teatro Coliseo, derivando en una serie de eventos, que a su vez precipitaron una internación voluntaria y preventiva de males mayores. Ella es una experta en caerse y levantarse, y quizás esa gimnasia que dan los golpes de la vida es la que posibilitó que en sólo dos semana tuviera el alta. ¿Karma? ¿Destino?



“No –aclara enseguida–, es fuerza de querer seguir. Las fuerzas del mal no me pueden hundir. Tengo un tema que habla de eso: ‘Brujos’, está en Hija del rigor. La tapa de ese disco fue profética (aparecía golpeada y con heridas): me di de cabeza contra la pared y tuve que parar. Fueron dos semanas, nada más, después seguí con los psicólogos, con medicación y es al día de hoy que no piso un corcho”



Ahora, con los pies plantados en “la vereda del sol”, como reza el título de su nuevo disco, Fabiana se ríe acordándose de cuando conoció a David Lebón. “¡Yo no sabía quién era y le pedí que se tocara una de David Lebón!”. Curiosamente, no figura en el disco, así como tampoco Pappo. “Es que si no iba a tener que ser doble”, explica Cantilo, que festeja no sólo a los autores versionados sino también a los invitados en esta ocasión: “Gustavo Cordera cantó en el tema de Celeste Carballo, y lo hizo muy bien. Kevin Johansen estuvo divino también en ‘Pupilas lejanas’, de Los Pericos”.



–¿Tuviste la intención de elegir un repertorio más contemporáneo que en Inconsciente colectivo, donde predominaban canciones más bien clásicas?



–El criterio fue encontrar temas que me quedaran bien a mí. Más o menos conozco todo, y sé que algo de Illya Kuryaki no me va a salir bien. Lo mismo me pasa con El Otro Yo o No Lo Soporto: esas canciones no iban mucho conmigo. Traté de cantar algo de Catupecu Machu y me salía muy raro. Por ejemplo, las de Pity y Attaque, cuando las canto yo, quedan más beatlescas, pero estaba bien, por eso pusimos ‘Fuego’ y ‘Arrancacorazones’. Con Babasónicos, en cambio, como ellos son medio “deformes”, cuando yo cantaba uno de sus temas quedaba muy canción, y eso no le hacía justicia.



–¿Podés abstraerte de tu historia y mirar de afuera al rock como fan?–Sí que puedo. Soy fan de todos en realidad: de Fito, Charly, Spinetta y Andrés. Sé que estoy en el cuadro, pero soy fan también.–¿Cómo fue el proceso del trabajo?



–Elegimos mucho y lo que descartamos fue cuando había muchos temas de los mismos autores. Pusimos mucho de Charly, Spinetta, Fito y Andrés, y de ellos quedaron montones afuera. El disco se iba a llamar Salir de la melancolía, y después Afo me sugirió En la vereda del sol, que era más luminoso. También él me sugirió que hiciera ‘Maribel se durmió’ por eso quedaron dos de Spinetta, junto con el ‘Tema de Pototo (Para saber cómo es la soledad)’.



–¿Cuál fue el autor que te trajo más dificultades? ¿Cuál te trae problemas?



–Los rockeros no me traen problemas, bueh, algunos sí (se ríe, pícara) pero... ¡todos se van de abajo para arriba!: Charly, Fito, Cerati, Mollo. ‘Persiana americana’ no fue nada fácil de cantar. ‘La vida es una moneda’, de Fito, fue más tranqui, pero ‘Brillante sobre el mic’ no. ¡El tema no para nunca, no podés parar a tomar aire!



–El año pasado tuviste una internación. ¿Cómo llegaste a ese punto? Dio la impresión de que esta vez vos tomaste la determinación de internarte.



–Sí, aconsejada por mi profesora de meditación, que me sugirió que me guarde un tiempito. Estaba muy nerviosa, no estaba pasando un momento muy bueno y siempre caés en tomar algo para sentirte bien. Y ya no daba. No es la primera vez que me pasa.



–¿Esta vez fue distinto a otras anteriores?–No, lo que pasa es que yo siempre quise remontar. Hay gente que se recupera muy tarde. Yo no, cada vez que me iba un poco al carajo buscaba la recuperación. Estuve varias veces en “boxes”. Esta vez fue diferente, pero no sabría decirte por qué. Será porque uno ya a esta edad no extraña la discoteca ni siento que estoy haciendo fuerza para no ir. Voy llevando el día a día.



–¿Se te hace difícil ese día a día?–No, no hay tanta euforia. Por ahí te salen momentos de angustia, que te los tenés que bancar, y empezás a ver que hacías lo que hacías para tapar los momentos de angustia. Charly García y Fabiana Cantilo, dos corazones que estaban en llamas–Es inevitable preguntarte por Charly, habiendo tanto paralelismo entre ambos.–Charly es de los que decidió rehabilitarse al final.



–¿Decidió o no tuvo más opción?–No lo sé, hace mucho tiempo que no lo veo. A mí me costaba la vida que llevaba él, no me copaba con esa vida, siempre estaba rehabilitándome, y cuando me rehabilitaba, obviamente, no lo veía a Charly. Lo de él ya era una cuestión de salud, y me alegro que esté mejor.



–Volvió Charly, Spinetta reúne a sus bandas eternas, las vueltas de Soda, Viejas Locas, Cadillacs, vos que hacés discos tributo. ¿El rock no puede salir de su eterno jardín?



–Tiene que salir. Quizá sea una época como la del pre-Renacimiento, donde todo el mundo vuelve para atrás para encontrar sus raíces. Hay gente que está ahí, hay brotes verdes, pero no sé si tienen una propuesta diferente. Por ahí es un fenómeno mundial. Por eso, creo que es bueno conectarse con las raíces de uno para estar listos para lo próximo.



La fórmula que consigue éxitos A un mes y medio de su lanzamiento, el álbum En la vereda del sol se mantiene en el top ten de ventas de la Argentina.Es una suerte de continuidad musical del CD Inconsciente colectivo, que vendió 60 mil copias y fue certificado disco de platino. Aquella vez tenía temas como “El anillo del Capitán Beto” (de Spinetta), “Yo vivo en una ciudad” (Pedro y Pablo), “La bestia pop” (los Redonditos), “Canción de Alicia en el país” y “Eití leda” (de Seru Girán), “Cleopatra la reina del twist” (Los Twist), “Me arde” (Calamaro) y “Murguita del sur” (Bersuit).En esta oportunidad, el repertorio vuelve a estar formado por canciones de Charly García (“Inconsciente colectivo”), Spinetta “(Maribel se durmió”), Fito (“Brillante sobre el mic”) y Calamaro (“Cartas sin marcar” y “Costumbres argentinas”), pero se agregan artistas como Soda Stéreo (“Persiana americana”), Los Pericos (“Pupilas lejanas”), León Gieco (“Carito”), Celeste Carballo (“Una canción diferente”), Attaque 77 (“Arrancacorazones”), Intoxicados (“Fuego”) y Virus (“Wadu wadu”).
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