sábado, 17 de mayo de 2008

LA VOZ .17/05

Rebelde y con amores rotos


Fabiana Cantilo.
Calificación: Muy Bueno.
Presentación del disco “Hija del rigor”.
Fabiana Cantilo y banda.
Lugar: La Vieja Usina.
Día: Jueves 15 de mayo.






El final fue, para lo que había sido el recital, apoteósico. Cuando ya las primeras personas abandonaban La Vieja Usina, después de los bises, Fabiana Cantilo mandó a los plomos a reconectar los enchufes y reapareció sobre el escenario. Fue para interpretar la ya clásica Nada es para siempre, una especie de himno posmoderno sobre el fracaso del romanticismo. El clima no podía ser mejor. Segundos antes, la cantante había leído un saludo de cumpleaños para alguien de la tribuna, y el show había transmigrado en una fiesta de egresados o en una kermés de barrio. Después del primer acorde del segundo bis, los corazones deseosos de amor se abrieron a una sana melancolía y la comunión de la feligresía fue generalizada. Una dosis de esa confraternidad a gran escala que el ser humano busca en las actividades públicas. En la previa, la sensibilidad o la algarabía se habían repartido en cantidad mediana. Había habido mucha atención puesta en los temas del nuevo disco que Cantilo traía por primera vez a Córdoba. Descolló el que le da nombre a ese álbum, Hija del rigor, aunque no fue el único. Después hubo dos sets: el de las canciones que el público identifica mayormente con Cantilo, como Me arde, Llegó tarde o Mary Poppins y el deshollinador (otros de los pasajes más fervorosos de la noche). Y el de los clásicos del rock nacional que rebarnizó con su voz en el exitoso disco homenaje editado hace muy poco. Respecto a esto último, hay algo para decir. Enfundada en un vestido de época, de terciopelo y satén, sobre medias de red y borceguíes, Cantilo le hace honor en parte al mote de “dama del rock” que se le adjudica. Habría que ver lo que se entiende por rock. Si una actitud de mantener la mentalidad propia frente a ciertos embates del mundo, o a aquello de exhibir las marcas del desenfreno como si implicaran algún mérito, cosa que algunos hacen. Lo concreto es que la de Cantilo es una de las pocas voces femeninas argentinas que se amoldan a la diversidad de letras y melodías del género rock nacional. Lo demostró cantando Amanece en la ruta, Espagueti del rock o Eiti Leda, entre otras. Se fue golpeando el puño contra el corazón y diciendo: “Volveré”.

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