domingo, 9 de agosto de 2009

El hijo de la lágrima y la hija del rigor

> lanacion.com Espectáculos Domingo 9 de agosto de 2009



Charly García y Fabiana Cantilo exponen al público en la misma semana sus auspiciosas recuperaciones no exentas de riesgos








Rockeros recuperados. ¡Qué raro suena! No debe haber palabras más contradictorias y que se lleven tan a las patadas. Pero es posible. No es la primera vez (ni será la última).
Igual surgen serios interrogantes: ¿Recuperados de qué, por qué, para quiénes? Y la peor pregunta: ¿hasta cuándo?


Esta semana que pasó fue pródiga en ilusionarnos con que esa combinación casi imposible pueda funcionar en la realidad y por partida doble: el miércoles, a la noche, en el teatro Maipo, Fabiana Cantilo volvió a demostrar, al cantar con precisión y profesionalismo cerca de una treintena de temas, que su recuperación va en serio; anteayer al mediodía, entretanto, fue el clímax de una hábil campaña de marketing para hacer escuchar en una virtual cadena radial, el "pasado en limpio" de una canción de Charly García que Internet descubrió que no era tan nueva.

Las vidas paralelas de Fabiana Cantilo y de Charly García siguen manteniendo idéntica equidistancia tanto cuando no pueden evitar caer en ciertos abismos que bordean intermitentemente como cuando procuran tomar distancia de ellos. ¡Hasta estuvieron internados en la misma clínica!

¿Será siempre así? ¿Seguiremos, como público, desarrollando estoicamente una gruesa costra para soportar estos abruptos vaivenes emocionales sin que termine por afectarnos? ¿Diego Maradona, con sus sustos recurrentes, es nuestro entrenador en estas lides ya que nos curó de espanto para siempre?

En torno del "nuevo" García se observa un andamiaje empresario ambicioso de relanzamiento de su figura a nivel continental, que arrancó con la movida del viernes (que incluyó rodear el Obelisco con el brazalete de Say no More), y que proseguirá con los cinco shows que brindará en Perú, Colombia, Uruguay y Chile, para cerrar esta primera etapa, en el estadio de Vélez, el próximo 23 de octubre, en coincidencia con su cumpleaños Nº 58.

En torno de la "nueva" Cantilo se observa algo más relajado, de perfil no tan alto, para evitar tanta presión y tener, probablemente, un mejor control de eventuales daños (o recaídas), con una agenda no tan exigida de shows más pequeños (y menos promocionados) que viene dando en distintos lugares desde hace un tiempo (el próximo será el miércoles, otra vez en el Maipo), a los que, de a poco, se van sumando sus tranquilos fans.

* * *
¿Qué cosas sustanciales quedaron por el camino del Charly García original en este otro con papada, parco y con movimientos en cámara lenta que ahora sólo vemos por fotos o en grabaciones de sus últimos ensayos? ¿Es inherente a la creatividad rockera tener que transitar por el campo minado de las adicciones? ¿Se desperfilan ante ellos mismos y ante sus públicos cuando se presentan en estas versiones más emprolijadas y grises, donde el efecto de la medicación parece haber ocupado el lugar de la inspiración? ¿Extrañamos, acaso, algo de esas chispas endemoniadas que los hacía tan imprevisibles y adrenalínicos?

Quienes asistimos al angustiante recital de Fabiana Cantilo en el Coliseo el sábado 10 de mayo de 2008, donde no pudo cantar un solo tema completo, y volvimos a verla el miércoles último en un repleto Maipo, más bullicioso que de costumbre, en una luminosa presentación de buena parte de sus dos últimos discos ( Inconsciente colectivo y La hija del rigor ) y algunos de sus antiguos clásicos ("Mi enfermedad", "Cleopatra", etcétera), es como si hubiésemos estado ante dos personas distintas por completo. Aquélla no coordinaba casi ningún movimiento y se quedaba en blanco ante un público sufriente que, aun así, la bancaba de manera conmovedora; ésta recuperó su bellísima voz sin errarle ni a los tonos ni a las letras ni a los rasguidos de sus guitarras, con una presencia por demás atractiva, sin atropellarse, bien coordinada con la afiatada banda que la acompaña (varios de cuyos integrantes, en el fallido recital mencionado, se habían tenido que cargar a los hombros el show que ella no podía llevar adelante). Capaz que sólo se extraña un poco cierto payaseo y despiste tan gracioso, que le eran característicos, y que ahora, por su extremado afán de hacer las cosas bien, los tiene un poco a resguardo. Pero seguramente ya saldrán de vuelta a flote cuando se vaya soltando, porque se la ve muy bien y el público celebra su asombrosa recuperación, lo que le irá dando, seguramente, una mayor seguridad.

El caso de Charly García es un poco más complicado: por el lugar consular que ocupa merecidamente entre los fundadores del rock nacional, la presión sobre él es mucho más fuerte, además de estar, por lo que se nota a simple vista, en un estado de recuperación anterior al que ya transita Cantilo.

¿Qué nuevo Charly García estará emergiendo de la tutela amorosa e inevitablemente estética del muy ecléctico clan Ortega? Palito lo cobijó al principio en su quinta de Luján y este fin de semana García graba, casi de sol a sol, un clip en Benavidez dirigido por Sebastián Ortega.

¿Cuánto influirá sobre su esencia el "packaging Darío Lopérfido"? El ex secretario de Cultura de la ciudad y de la Nación diseñó para Fénix la llamativa campaña de comunicación de su relanzamiento.

¿Achatara sus musas la reposada vida que está haciendo? Corre por una cinta en el departamento cerca del Botánico que le prestó Palito, no va a fiestas, ensaya varias horas por día y no mucho después de la medianoche se va a dormir, lejos de aerosoles y derrapes sin fin.

La gran noticia para los seguidores de Fabiana Cantilo es que muy pronto (lo anuncian para el mes que viene) se conocerá su décimo disco. Ojalá que sea con felicidad y que siga progresando en esta auspiciosa nueva etapa de su vida que emprendió, pero sin que el recuperado sosiego le aplaste la creatividad a la que nos acostumbró cada vez que se sube a un escenario.

Dicen quienes conocen a Charly García desde hace muchos años que actualmente atraviesa una época que lo reconecta con el tipo de personalidad que solía tener en su adolescencia: tímido, más dado a escuchar, sin excesos.

Sus uñas no están pintadas, sus manos lucen menos agarrotadas y eso hace que el eximio pianista que lleva adentro aflore mejor. No rompe nada y se mueve despacio. Parafraseando lo que dice la canción nueva no tan nueva que acaba de presentar, en esta etapa parece ir esquivando su manera de ser.
psirven@lanacion.com.ar








No hay comentarios: